Consideraciones para evaluar el tratamiento onco-estético en las lesiones y defectos producidos a nivel cutáneo por el tratamiento oncológico.
El diagnóstico de cáncer en la mujer provoca un impacto emocional que afecta no solo su equilibrio mental y psíquico sino también impacta en su aspecto físico. En esas circunstancias expresan involuntariamente la sensación de una perdida de la autoestima como mujer con una angustia en el rostro que acentúa su tristeza.
A esto se le agrega la incertidumbre sobre su tratamiento quirúrgico local las eventuales consecuencias del tratamiento de radioterapia y quimioterapia.
Durante todo este periodo de tratamiento que puede durar entre 3 a 6 meses los efectos adversos del mismo se manifiestan no solo a nivel psíquico sino también físico produciendo alteraciones cutáneas de distintas características.
La piel, el pelo y las uñas suelen ser algunos de los damnificados temporariamente produciendo un variable deterioro físico que acompaña al estado emocional.
Se sabe que si el aspecto físico; muchas veces olvidado; con el que las paciente se perciben es malo afecta y empeora la calidad de vida e incluso a veces su ánimo y fuerza frente al tratamiento contribuyendo a generar alteraciones de la autoestima, desánimo y depresión.
Si bien estos tratamientos son imprescindibles y su objetivo es obtener la curación, sus efectos adversos pueden prevenirse y paliarse exitosamente con una visión y un abordaje integrador. Disponemos actualmente mucha ayuda terapéutica con un concepto integral para aliviar y solucionar muchas de las secuelas no atendidas anteriormente a nuestros pacientes.
Efectos adversos tan importantes como otros controlados ahora eficazmente como los vómitos, anemia o diarrea.
Para todos los casos en que se producen efectos adversos al tratamiento del cáncer a nivel cutáneo como cambios en el color de la piel, fotosensibilidad, disminución de la elasticidad,
aumento de la fragilidad con exulceraciones o pequeñas fisuras, o alteraciones en las uñas o en el pelo con caída temporaria del mismo, existen actualmente tratamientos preventivos y reparadores con medidas dermatoestéticas modernas y adecuadas.
La nueva dermato-oncología integra y ofrece soluciones para estas alteraciones cutáneas con una concepción médica multidisciplinaria que debe y tiene que ser accesibles a todos los pacientes que las necesiten disminuyendo y a veces eliminando los efectos adversos al tratamiento.
Esta posibilidad actual cambia fundamentalmente la actitud física de la paciente enfrentando este periodo con mayor autoestima y optimismo.
Estos efectos adversos que se aprecian a nivel cutáneo durante los tratamientos y que van mejorando luego de finalizados pueden dejar algún efecto posterior producto de todo el periodo de estrés, angustia y desánimo transcurrido acompañado posteriormente por la preocupación que ocasiona especialmente en los primeros años el control permanente de la enfermedad. Estos efectos son:
Es en esa etapa posterior donde se pueden aconsejar y efectuar diferentes tratamientos onco-estéticos actualmente muy confiables, eficaces e inocuos, seleccionando uno o varios de ellos más apropiados para mejorar los defectos cutáneos en cada caso. Esto nuevos tratamientos ayudan a mejorar y recuperar el buen aspecto y frescura de la piel del rostro en forma más efectiva y permanente que acudiendo al llamado “maquillaje correctivo”.
Para establecer un programa de restitución dérmica hay que establecer pautas generales y un panel de posibles tratamientos solos o combinados de acuerdo a la complejidad de cada caso.
Para ir de lo más simple a lo más complejo hay que indicar:
Es un procedimiento de reciente generación y absolutamente inocuo ya que es antólogo usando la misma sangre del paciente libre de sustancias químicas, evitando cualquier tipo de reacción alérgica o anafiláctica. Está indicado en pieles con envejecimiento natural o agravado por situaciones de estrés permanente o afecciones que alteran la dinámica metabólica normal. También indicado en pieles más jóvenes con secuelas de acné o cicatrices traumáticas o quirúrgicas provocando una regeneración tisular.
El procedimiento consta de 3 etapas:
Las zonas y profundidad dérmica de las aplicaciones dependen de la patología y estado de la piel en cada caso. Es indoloro, discretamente molesto y sin secuelas inmediatas o tardías. Puede producir alguna pequeña marca o equimosis en algún sitio de las microinyecciones que desaparecen al día siguiente sin problemas. Después de las 24 horas se puede aplicar maquillaje y cosméticos habituales. Los resultados no son inmediatos. Comienzan a notarse después de la primera semana y alcanzan el máximo aproximadamente a los 20 – 30 días.
Se recomienda un tratamiento cada mes por tres meses el primer año evaluando la repetición de otros ciclos de acuerdo al resultado obtenido y la satisfacción del paciente. Puede complementarse con los otros tratamientos de Mesoterapia ya mencionados previamente después de los 15 días de cada ciclo.
Las recomendaciones antes del procedimiento son: